Meditar es la forma de callar a nuestra mente o ego.

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El meditar no tiene que ver con ninguna religión, ni creencia o dogma, meditar es una práctica que debería ser tan normal y diaria como lavarse los dientes o bañarse, y que se puede hacer en todas las creencias del mundo y en todas las culturas y edades, es un hábito necesario en nuestra vida.

Darnos al menos 5 minutos de quietud mental, en donde podamos estar en un espacio interno solo con nosotros, y no con la gente, con el bullicio, con las normas, con el estrés, con el que dirán o con el juicio, sino solo en un silencio interno que me de paz y quietud…

Estamos tan desacostumbrados a esto que el silencio incluso nos molesta y nos causa miedo, porque no estamos acostumbrados a escuchar a nuestro ser interior, porque desde que crecemos nos hemos convertido en lo que los demás quieren y se nos ha olvidado quienes somos realmente.

Y precisamente ese momento de quietud es lo que realmente necesitamos con urgencia aunque no nos hayamos dado cuenta, con solo unos minutos al día, de silencio interno, de aquietar la mente, lograríamos una respuesta en nuestro cuerpo Físico, mental y emocional que daría por resultado convertirse en una persona más sana, más equilibrada, más relajada, más feliz, y menos reactiva entre muchas cosas que se ganan con meditar.

Adiestrar o educar a la mente es algo que necesitamos y más en estos días.

Al inicio cuesta trabajo porque estamos acostumbrados a dejarnos llevar por la mente, aunque digamos que nosotros somos quienes dominamos nuestros pensamientos, la verdad es que no es así, la mente nos controla como si fuera una persona externa causando reacciones todo el tiempo en nosotros.

El uso y practica de la meditación realmente es una necesidad, no un lujo ni un pasatiempo ni una moda…Hagamos consciencia.

La meditación es una llave maestra para nuestra paz interior, grandeza y evolución, como seres humanos, almas y espíritu. Además, la meditación es un vasto tema, que ha sido desarrollado a través de los años entre una gran variedad de religiones y tradiciones, pero el carácter básico de meditación fue tomado de una de las dos formas.

La primera forma para aprender todo lo concerniente con el descubrimiento a la naturaleza de la existencia; el segundo concerniente a la comunicación con el external o universal concepto de Dios.

La meditación es el método por el cual entendemos y comprendemos el funcionamiento mental, para así poder controlarlo con mayor facilidad. Es también sabiduría y unión del ser interno con el universo vibracional.

Cuando nuestros pensamientos se dispersan en diversas direcciones, se malgasta la energía; pero con la meditación tienden a concentrarse y logramos más fácilmente enfocarnos en lo que deseamos.

Darse cuenta de que uno es el pensador de pensamientos más que los pensamientos mismos, es tremendamente liberador.

Uno consigue comprender que no tiene que ser perturbado por ninguna película de desastres que se proyecta en la pantalla de la mente, por recuerdos del pasado cargados de melancolía o fantasías del futuro preñadas de fatalidad.

AL MEDITAR. Cuando meditamos nos liberamos de la respuesta de “luchar o huir” (asociada con la ira o la ansiedad) y nos hundimos en la respuesta de relajación: respiración lenta, ritmo cardiaco y presión sanguínea regulada, relajación muscular.

Durante la meditación se producen cambios en la actividad de las ondas cerebrales que son bastantes diferentes a las pautas de simplemente descansar o dormir.

Pasamos la mayor parte de nuestro día cotidiano funcionando en la longitud de onda Beta. Si tenemos un día difícil, estaremos altos más que bajos en la escala Beta, porque cuanto mayor sea el esfuerzo o el stress, mas elevada y más veloz será la frecuencia.

Beta es nuestra mente cotidiana, asociada con pensar, planificar, hacer, concentrarse, resolver problemas y generalmente centrarse en el mundo externo y satisfacer sus exigencias.

El estado Beta no es un estado particularmente desagradable o incomodo, siempre que no vaya demasiado alto o permanezca demasiado tiempo en el sin decaer.

Entonces lo que sucede cuando nos relajamos en que nuestras ondas cerebrales disminuyen la velocidad hasta la frecuencia menor que llamamos Alfa.

Así como las ondas Beta se hallan asociadas con estar en actividad, el estado Alfa se experimenta como sentimientos de bienestar, en particular, de no estar sometido a presión.

Si disminuimos la velocidad aun más que en Alfa (debajo de 7Hz) entramos en la onda de longitud Theta, el estado semidormido o de sueño.

Cuando estamos en un sueño profundo y sin actividad onírica nuestras ondas cerebrales han disminuido la velocidad hasta 0,5 y 4 Hz, que es la amplitud Delta.

Alfa es el estado de conciencia más agradable. De hecho, ha sido vinculado al estar despierto, aunque en un cuerpo dormido. En otras palabras, una combinación de mente serena, despejada, libre de tensión, y un cuerpo que esta totalmente relajado.

Es este estado Alfa el que es facilitado por la meditación y que a veces se menciona como el espacio meditativo.

Y es en este espacio Alfa que la tensión se evapora, las baterías se recargan, los estragos de la tensión cotidiana son reparados y experimentamos una sensación de individualidad y de bienestar, de estar absolutamente bien con el mundo.

BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN. Meditar no tiene ninguna contraindicación.

Siempre trae grandes beneficios tanto para el cuerpo como para la mente y para el espíritu.

Es una herramienta indispensable para aquellas personas que están inmersas en el camino del autoconocimiento y desean alcanzar la iluminación o el despertar de la conciencia.

Es muy útil también para aquellas personas no demasiado interesadas por la vida espiritual, pero que desean relajarse y serenar sus emociones. Es ideal para afrontar un duro día de trabajo o cualquier prueba como un examen o una entrevista.

También cuando se ha sufrido un conflicto con la familia o con algún amigo, ayuda a serenar la mente y a volverse más objetivo.

Permite que nuestra mente esté mucho más clarificada y las ideas fluyan sin confusión ni caos. Nos hace más positivos y nos prepara para enfrentarnos a cualquier obstáculo en nuestras vidas.

Físicamente, es una práctica fabulosa para relajarnos y prevenir enfermedades.

Elimina el estrés y los nervios y serena nuestra psique.

Así pues, meditar es algo que todos deberíamos aprender a hacer para llevar un poquito más de felicidad a nuestras vidas.

En definitiva los beneficios de la meditación, cuanto más se practique, se notarán a nivel personal, mental, emocional y espiritual, en el día a día, en nuestras relaciones sociales, de pareja, familiares, laborales, etc. Nuestra perspectiva de la vida evoluciona, aportando más fe y positividad, viviendo concientemente en el presente y desarrollándose así otras partes nuestras más elevadas.

 

 

Info. Obtenida del Google y conocimientos y experiencias de Salvador S.