En el rico y complejo espiritual, existen ciertos objetos sagrados de gran poder que han sido utilizados por diversas culturas con fines similares. Uno de estos objetos es el rosario, collar de cuentas 
que se utiliza para meditar o rezar en diversas religiones.
Importante elemento sagrado y puente de meditación entre lo terrenal y lo celestial, el rosario ha logrado convertirse en una especie de talismán mágico.
En este artículo, le enseñaremos el uso correcto del rosario para que sepa cuál elegir, dónde ubicarlo y cómo magnetizarlo correctamente.
CARGUE SU ROSARIO CON ENERGÍAS POSITIVAS
Es preciso que su rosario protector esté cargado con suficientes energías positivas para que su efecto sea duradero. La tarea de magnetizar este objeto es simple y consta de tres pasos que solo el dueño del objeto podrá ejecutar.
- El primer paso es introducirlo con cuidado en un vaso lleno de agua bendita, que puede conseguir en la iglesia más cercana. Esto hará que el rosario se convierta en un receptáculo de corrientes positivas, que atraerán solo bendiciones a su vida.
- Luego, coloque el vaso que contiene el rosario debajo de su cama, exactamente de su lado izquierdo, es decir, del lado del corazón. Deberá permanecer allí una semana para conseguir una justa magnetización.
- Al transcurrir los siete días, tendrá que arrojar por el inodoro el agua bendita. A continuación, haga un círculo con el rosario y, en el centro de éste, coloque un pequeño papel en el que esté inscrito su nombre completo. Por encima del papel, encienda una vela dorada y déjela arder hasta que se consuma.
¿CÓMO ELEGIR EL ROSARIO CORRECTO?
Existen, en el mercado, distintas variedades de rosarios. Los verdaderos especialistas en este tipo de temas aseguran que los de perlas son los más recomendables, ya que la energía que proviene del mar impregna al rosario con el poder del elemento Agua. Si no es posible contar con una de estas características, podrá sustituirlo por otro de madera. Cuenta la tradición esotérica que los viejos y sabios magos de la Antigüedad, tenían como costumbre confeccionar sus propios rosarios con madera añeja, porque consideraban que sus fibras poseían propiedades para espantar el mal y atraer la buena fortuna.
Al adquirir un nuevo rosario, considere, entonces, estas particularidades que, sin duda, lo ayudarán a obtener de este magnético objeto místico, los máximos beneficios.
LA UBICACIÓN IDEAL
El rosario, además de ser el medio que muchos creyentes usan para que sus plegarias sean oídas por los seres iluminados, es un importante elemento de protección, al cual podemos dar diversos usos, según el sitio en que lo ubiquemos:
- Para proteger el hogar bastará con colgarlo de un pequeño clavito detrás de la puerta principal. Ello hará que todo mal permanezca fuera, sin afectar jamás a los habitantes de esta casa.
- Como amuleto, también suele dar provechosos resultados. Para usarlo de esta forma, sencillamente llévelo en una bolsita de tela blanca en su cartera o portafolio.
- Si desea, en cambio, que permanezca en un lugar fijo, será conveniente situarlo junto a sus otros objetos de culto. Disponga sobre una mesa, especialmente destinada a este fin, un mantel violeta que usted mismo haya decorado con los signos sagrados de su preferencia. Ubique, allí, biblias, cruces y santos de su devoción, y, a la derecha de estos objetos, deposite su rosario y un ramo de olivo.
Una vez al mes, será pertinente quemar en esa zona un carboncito que ayude a dispersar las energías densas del ambiente.
PARA CURAR A UN ENFERMO
Los cristianos primitivos recurrían con frecuencia al auxilio del rosario para alcanzar la pronta recuperación de algún ser amado que padeciera una dolencia. Si usted quiere ayudar a un amigo o pariente que necesite mejorar su salud, lleve el rosario para que un sacerdote lo bendiga y haga que el enfermo duerma con él en el cuello durante treinta y cinco noches, pues éste es un número altamente poderoso para todo lo que se emprenda. Finalizado este período, guarde el instrumento debajo del colchón de la persona afectada y rece un padrenuestro y un avemaría.
PARA PROTEGER A LOS NIÑOS DE PESADILLAS
Si su hijo tiene malos sueños por las noches, actúe de la siguiente manera: al día siguiente, luego de que el niño haya tenido una pesadilla, coloque en el centro de su cama un rosario extendido y salpicado con verdolaga hasta medianoche. Conserve ambos elementos en un lugar seguro hasta que las visiones desaparezcan por completo.
PARA ALEJAR MALOS ESPÍRITUS
Busque, para este caso, un rosario de madrea. Úntelo con aceite de oliva bendecido por un religioso e introdúzcalo en un recipiente de barro, junto con algunas hojas de romero y un diente de ajo. Coloque el recipiente cada día en una esquina diferente del lugar del que desea expulsar dichos espíritus, Así, tres días seguidos. Pase, luego, un paño mojado con vinagre por las esquinas en las que lo colocó y, finalmente, deshágase de los elementos empleados e inmediatamente verá cómo el efecto no tarda en verse.
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