El poder personal es la habilidad innata que tiene una persona para aprovechar sus recursos internos, decidir con firmeza y sobre todo, actuar con convicción para vivir una vida creada por sí misma con pasión e intensidad.
Por lo tanto, la fórmula es:
- Reconocer los recursos que tienes: Conócete a ti mismo. Detecta en lo que eres bueno, en lo no tan bueno. Acéptate y a partir de aquí crea tu mejor yo.
- Decidir con firmeza hacia donde quieres ir: Las personas tenemos el privilegio y el poder de la elección, por lo que no subestimemos. Aunque a veces nos podamos sentir prisioneros de nosotros mismos. Activa tu brújula interior y muévete hacia allí.
- Actuar con convicción para crear tu realidad: Da pasos firmes en la dirección fijada. Disfrutar del camino y aprender de los errores es lo que lo hará más liviano.
Entonces, teniendo clara la fórmula, parece fácil, ¿no?¿Qué es lo que nos impide llevarlo a la práctica?¿Por qué nos cuesta tanto?
La respuesta es porque el poder reside en nuestros pensamientos, en nuestra percepción sobre cómo son las cosas, y en las conversaciones internas que tenemos.
¿Te has parado a pensar sobre el tipo de mensajes que sueles darte a ti mismo diariamente?¿Qué sueles decirte?
Este aspecto es crucial ya que somos nosotros mismos las personas que nos desempoderamos fácilmente, nos autosaboteamos.
Permítete unos minutos al día para tomar conciencia de los mensajes que te das. Estos mensajes ¿Te empoderan? Haciéndote sentir bien, con energía, fuerza… o por el contrario, te desempoderan, haciéndote sentir infeliz, que no eres capaz, que deberías hacer un montón de cosas que no haces…
Todo depende de cómo tengamos programado nuestro software mental.
He podido contrastar con mis clientes y en mi propia vivencia personal, que solemos perder energía y nos solemos sentir desgastados cuando nos valoramos en función de lo que tenemos, poseemos, hacemos o sabemos, con el condicionante que parece que nunca sea suficiente. Esta manera de pensar nos enfoca en la carencia, en todo aquello que no tenemos o nos falta, y justo este hecho nos desempodera muchísimo.
Es tiempo de despertar, de cambio, de dejar de hacer las cosas como hasta ahora. Dejar de valorarnos por lo material o lo externo, que es efímero. Hoy está y mañana ya no está. Para conectar con tu poder personal tienes que aceptarte a ti misma, a quién tú eres, desde tu globalidad, lo bueno, no tan bueno, tus fortalezas, debilidades… y a partir de aquí empezar a construir tu mejor versión. En e l momento que empiezas a aceptarte y valorarte es cuando puedes empezar a expresarte desde tu poder personal.
Conozco a mucha gente que comenta que no sabe decir NO y por ello, se carga de obligaciones y/o problemas. Cuando sientas tu poder personal es cuando empiezas a poner límites y a expresar que sientes y piensas sin miedo al qué dirán.
Gran punto también este último, ya que un comportamiento habitual es hacer cosas buscando la aprobación y el reconocimiento de los demás. Actuamos así para “gustar” y en definitiva, sentirnos queridos. Empieza a quererte a ti misma, a amarte y valorarte, y no necesitarás la aprobación de los demás.
Si tu programación interna no te sirve, ¡Cámbiala! Existen poderosas técnicas para realizar el cambio de creencias y programarte hacia una mentalidad de éxito, alineada a lo que quieres conseguir y por consiguiente, a devolverte tu poder personal.
Info google y Salvador Suárez