Lakshmi, la diosa de la abundancia.
Su nombre proviene de la raíz “Laks”, que significa observar, conocer, comprender. Tiene cuatro manos que representan las formas de la vida: ética, riqueza, amor y liberación; esposa de Vishnu, que tiene la misma cantidad de brazos. Ella surge durante la creación del universo flotando sobre una flor de loto que significa la pureza y la renovación; personifica la riqueza, la belleza, la felicidad, gracia, encanto y esplendor.
Mantra: Dentro de mi misma está la seguridad, la gracia, pureza y belleza.
Satí, diosa de la felicidad y la sexualidad.
Es además la diosa de la longevidad, a ella rinden culto las mujeres hindúes que buscan una vida larga junto a sus maridos. En la mitología, ella tuvo que seducir sexualmente a Shiva para sacarlo de si ascetismo. Ella se suicidó prendiéndose una pira de humo debido a que su esposo comete un desaire. A ella se rinde culto para la lealtad y la devoción de las parejas.
En la India, muchas mujeres son robadas por su sexo y se estigmatiza su sexualidad.
Mantra: Ejerzo mi sexualidad libremente, con plenitud y sin ataduras
Sarasvati, diosa del conocimiento.
Es la diosa de la inteligencia, le conocimiento y la creatividad; la elocuencia y la sabiduría. Esta diosa en la filosofía Hindú se considera que puede ayudarnos a salir del Samsara, la rueda de la fortuna. Es una mujer serena y tranquila, es de naturaleza inmaculada y mente clara. Ella se sienta en una flor de loto, símbolo de verdad absoluta, experiencia y sabiduría. Sus cuatro brazos significan los cuatro vedas: mente, intelecto, alerta y ego.
Para quienes buscan en sí mismas las cualidades intelectuales y buscar en sí mismas la sabiduría de nuestras experiencias.
Mantra: La belleza espiritual está dentro de mí, mi sabiduría me da fuerza.
Parvati, la diosa fuerte y protectora.
Esta diosa es madre de Ganesh, el dios de la sabiduría con cabeza de elefante y del dios Skanda de la Guerra. Ella ejerce sus cualidades de mediadora entre estos dos hijos que son tan diferentes. Es una diosa poderosa, está montada sobre un león y se le considera la protectora del mundo.
Parvati, nos enseña a mediar y a ser paciente con las diferentes personas que se cruzan en nuestro camino, a saber cuidar a nuestras relaciones desde esos vínculos de amor.
Mantra: Cuido de mí como cuido de los otros, soy fuerte y protectora.
Maia, la diosa de la ilusión.
Majamaia es la diosa de la ilusión materialista que aleja a los mortales de su divinidad y los ciega con el engaño. La maya es ese territorio en el cual muchos mortales quedan atrapados. Similar a la “Matrix”, que es una forma de realidad que nos separa de nosotros mismos por apegarnos a lo material.
Esta diosa nos recuerda la importancia de hacer a un lado el materialismo y vivir más cerca de nuestra espiritualidad. Nos recuerda que la riqueza material es una ilusión que se desvanece.
Mantra: Quito los velos de la ilusión que me impiden verme a mí misma, dejo ir lo material y busco mi belleza interna.
Kail, la diosa irascible.
Es una diosa oscura, fuerte y arrebatada, ella gobierna el tiempo y la muerte, es referente de progreso espiritual pero doloroso. Su imagen está asociada con la sexualidad y la violencia. La energía de Kali es el Kundalini, que se representa como dos serpientes enroscadas alrededor de la columna vertebral, es la energía de nuestros 7 chakras o puntos energéticos que se activa y despierta cuando nos hacemos conscientes de ella, controlando nuestra energía.
Ella nos recuerda esa parte de nosotras que suele ser indomable, aunque también tiene en su lado negativo, la posibilidad de quemarnos en nuestra propia rabia. Ella nos enseña a hacernos conscientes del control de nuestras emociones y energías.
Mantra: Conozco mi energía, controlo mi fuerza interna para hacer el bien a mi misma y a los demás.
Mojiní, avatar de Visnú.
Se trata de una de la única manifestación femenina del dios Visnú, el dios que habita en el paraíso, posee conocimiento, energía, fuerza; uno de sus avatares, que es la representación terrestre de Visnú, es Mojiní. La historia cuenta que en algún momento los demonios robaron el néctar de la inmortalidad, o amrita, a los dioses, entonces Visnú adoptó la forma de una mujer para acercarse a los demonios, que quedaron deslumbrados con su belleza. Así, ella recuperó el néctar y lo devolvió a los dioses.
La historia nos recuerda cuando hemos tenido que buscar estrategias en nuestra vida y aparentar sin perder nuestra esencia con el fin de hacer un bien.
Mantra: Resguardo dentro de mí lo que verdaderamente soy, distingo entre mi forma externa y mi fuerza interna para llevar a cabo las mayores hazañas.
Tara, la diosa de la sabiduría.
Tara es la diosa de la compasión y el desapego, llamada el Corazón de la Sabiduría. La sabiduría es metal frío sin amor, el amor es locura sin la sabiduría. Ambos se desarrollan con la templanza. Y el aspecto de la Diosa Tara, es la llamada al corazón a conocer sus dos caras.
La Diosa Tara existe tanto en el Budismo como en el Hinduismo. Como diosa hindú, Tara es la Madre Creadora. Es conocida como la Estrella y por lo tanto su energía alimenta toda la vida creada. Es la madre de la Sabiduría, de la Compasión y de la Protección. Ella es a quien se llama para superar cualquier tipo de dificultad u obstáculo, sea en la vida material como en la espiritual.
La diosa Tara encarna la colección de distintos aspectos de una cualidad y se resume en 21. Las más conocidas son:
- Tara Verde: el Buda de la actividad iluminada.
- Tara Blanca: conocida por su compasión, vida larga, salud y sanación y serenidad.
- Tara Roja: es el aspecto feroz asociada con el magnetismo de todas las cosas buenas.
- Tara Negra: asociada con el poder.
- Tara Amarilla: fortuna y prosperidad.
- Tara Azul: transmuta la ira.
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