HACER LAS COMPRAS, TEJER, PONER EN MARCHA LA LAVADORA… LOS QUEHACERES DEL HOGAR REAPARECEN EN SUEÑOS PARA REVELAR NUESTRAS NECESIDADES MÁS PROFUNDAS, COMO EL DESEO DE ORDEN Y CLARIDAD EN LA VIDA QUE LLEVAMOS.

A menudo, en nuestros sueños nos encontramos llevando a cabo diferentes quehaceres domésticos. Planchar, limpiar o comprar alimentos son acciones que muchas veces se presentan en las escenas oníricas. ¿Cuál es el simbolismo oculto de estas imágenes? Si nos detenemos a pensar, descubriremos que toda tarea doméstica lleva implícita una idea de transformación, de cambio.

Mediante la ejecución de una actividad hogareña, algo que estaba sucio queda limpio, el desorden, o lo crudo  -en el caso específico de la cocina- pasa a estar cocido. Pero más allá de esta idea general, cada una de estas tareas posee un significado oculto particular.

LAS COMPRAS

El acto de realizar compras en nuestros sueños se debe analizar teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales de la tarea: el producto adquirido y el sitio en el que se lleva a cabo la transacción.

La necesidad de comprar está inequívocamente haciendo referencia a una carencia. Soñar, por ejemplo, que se adquieren dulces (golosinas, pasteles, azúcar, miel, etcétera) pone de manifiesto el deseo de “dulcificar” la vida, ya sea cambiando un rasgo del carácter o modificando una circunstancia que consideramos amarga.

Vernos en sueños adquiriendo productos lácteos, simboliza nuestra necesidad de contar con un mayor amparo o apoyo en nuestra vida. Lo lácteo, la leche, remite a lo materno, al amor, la protección y el amparo que están ausentes en la vida de todos los días.

Adquirir carne, en cambio, suele aludir a una necesidad de placeres sexuales en nuestra existencia. Es un sueño bastante común en personas obligadas a llevar un ritmo de vida austero que no responde a su carácter.

En cuanto al sitio en el que se realiza la compra, éste revela cuál es el ámbito más adecuado para tratar de enmendar las carencias citadas. Si la compra se lleva a cabo en un pequeño almacén o supermercado, esto habla de lo conveniente de encontrar refugio en un ámbito íntimo. En este caso, los familiares y los amigos más cercanos serán, sin duda, quienes nos ayudarán. Contrariamente, efectuar compras en un hipermercado revela la conveniencia –y muy posiblemente el deseo de aventurarnos más allá de las personas y los lugares cotidianos.

QUE SEPA TEJER, QUE SEPA BORDAR…

El acto de tejer posee dos significados. El primero de ellos remite a la idea de crecimiento, generación: el tejido es algo que  “crece”, que se expande. En este sentido, tejer en sueños suele poner de manifiesto la necesidad de crecer y de ampliar nuestros horizontes. Será el soñante quien, de acuerdo con las circunstancias y contexto que rodee al sueño, descifre si se trata de un crecimiento de tipo espiritual, económico, profesional, etc.

Pero existe un segundo significado ineludible a la hora de develar el sentido oculto del acto de tejer en sueño: el de la espera. En estrecha relación con el mito de Penélope –quien tejía esperando que su marido Ulises retornara de la guerra- el tejido de ha convertido en símbolo de espera. De esta manera, tejer en sueños puede también estar expresando que nos encontramos en un tiempo de espera y que lo más positivo sería saber aprovecharlo sabia y pacientemente.

Realizar un bordado, en algunos sueños, pone de manifiesto la honda necesidad de la persona que duerme de encarar algún aspecto de su vida con particular delicadeza, dedicación y cuidado. Sin dudas, en la vida real, se ve obligado a tomar decisiones apresuradas y a menudo erróneas, que lo conducen a sentimientos de frustración y fracaso. El sueño puede aludir tanto al plano profesional, como al terreno de los afectos y de la salud. Lo cierto es que esta configuración onírica es una advertencia de que el inconsciente ha detectado la necesidad de “cuidar”, especialmente un ámbito muy específico de la vida, que en la actualidad está generando insatisfacción.

LIMPIEZA A FONDO

El acto de lavar posee un simbolismo espiritual muy profundo y antiguo, tal como queda ejemplificado en la frase: Lavar nuestros pecados, pronunciada por Jesucristo.

La acción de lavar suele representar la liberación de las culpas, el enmendar las equivocaciones o reparar los errores cometidos. Por tanto, responde a una idea de cambio positivo, de crecimiento y de maduración.

Es importante el objeto que se lave durante el sueño. Lavar los platos, por ejemplo, suele retratar un deseo inconsciente de limpiar el cuerpo y el espíritu, después de haber cometido excesos (un banquete, un encuentro sexual desenfrenado). Es un sueño que suele aparecer también cuando se ha atravesado una etapa de promiscuidad y se pretende dejarla atrás para emprender una nueva vida.

Los vidrios y ventanas aluden a problemas de comunicación. Asimismo, señalan el deseo de enmendar la situación para que el contacto con las personas que integran el entorno del soñante sea más fluido.

Lavar la ropa suele remitir, en líneas generales, a la necesidad de realizar cambios en un área o aspecto determinado de nuestra vida y dependerá, fundamentalmente, de cuál es la prenda. En general, la ropa íntima remite al plano sexual. Soñar que se lavan vestidos, pantalones, faldas o camisetas, habla de nuestra preocupación por limar determinados aspectos relativos a nuestro comportamiento social. En este caso, es importante prestar atención a la forma y el lugar en el que llevamos a cabo una tarea. Si lo hacemos a mano, significa que en el momento en que se produce el sueño no contamos con las mejores armas para realizar nuestros cambios y que estos, seguramente, nos exigirán una cantidad considerable de tiempo y esfuerzo.

Soñar, en cambio, que lavamos ropa en la lavadora, pone de manifiesto que las modificaciones que el sueño revela como deseadas, podrán llevarse a cabo en forma rápida y con un mínimo trabajo. Si alguien ajeno al soñante lava la ropa, es señal de que la persona que duerme no se siente capaz de hacerse cargo de sus problemas.

LA CASA EN ORDEN

Cuando la escena onírica muestra al soñante ocupado en un trabajo específico dentro de la casa, los significados varían. Según lo que ordene o limpie, las interpretaciones son las siguientes:

  • La fachada de la casa. Necesidad de guardar las apariencias.

  • El baño. Deseo de realizar cambios en el comportamiento sexual.
  • La biblioteca. Anhelo de ampliar los horizontes intelectuales o profesionales.
  • El desván. Necesidad de archivar definitivamente los recuerdos para proseguir de forma productiva en el presente.
  • El comedor. Deseo de renovar el círculo de amistades.
  • El dormitorio. Secretos anhelos de modificar definitivamente un aspecto de la personalidad.
  • La cristalería. Al igual que las piedras preciosas, el cristal representa el intelecto y el espíritu. Por ese motivo, soñar que nos encontramos limpiando o puliendo copas y jarras de cristal, significa que en el momento de producirse el sueño, el espíritu y el intelecto no se hallan del todo claros.
  • El frigorífico. Es una de las formas en que los sueños muestran cómo es la economía en el hogar. Limpiar el frigorífico revela la necesidad de cambiar la forma en que organiza la economía hogareña, para que resulte más eficiente.

 

Info Salvador Suárez