MUCHOS SUEÑOS VINCULADOS CON EL PSICOANÁLISIS Y CON EL MUNDO DE LA SALUD MENTAL NOS ANUNCIAN PROBLEMAS PERSONALESQUE, EN MUCHOS CASOS, NO LOGRAMOS RESOLVER EN NUESTRA VIDA DIURNA.

Soñar con médicos psiquiatras o con el mundo que rodea al psicoanálisis alude, por lo general, a una profunda necesidad de ayuda externa, algo así como un grito ahogado o un ruego silencioso que reclaman atención. Es el deseo que el individuo no logra materializar.

Ahora bien, esta definición general posee diversos matices particulares, según se suele con un hospital psiquiátrico, un diván de psicoanalista o medicamentos, todos símbolos relacionados con la salud psíquica.

HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS

Los suelos relacionados con estos centros suelen originarse en graves padecimientos y en temores, tanto a las enfermedades como a la muerte, al confinamiento o al verse desamparado en situaciones graves.

En su carácter predictivo, soñar que estamos internados anuncia impedimentos y circunstancias difíciles debido a la maldad de los otros. Si nos vemos, en cambio, visitando un hospital de este tipo, sin estar internados en él, revela que estamos involucrados en un asunto del cual tendremos que apartarnos para no resultar heridos.

DAR O RECIBIR CONSEJOS

Contrariamente a lo que muchos piensan, da o recibir consejos en sueños implica un mal presagio. Pronostica discusiones e, inclusive, rupturas con seres queridos y amistades. Sin embargo, si lo pedimos, especialmente a aquella persona en la cual confiamos y depositamos nuestra fe, nos auguran el éxito en lo que estemos haciendo o en los proyectos que estemos por desarrollar.

PROFESIONALES DE LA SALUD

La aparición de médicos psiquiatras o de psicólogos en los sueños es un buen signo, pues son ellos quienes tienen la función de curar, de prestarnos ayuda, consuelo y protección cuando la necesitamos.

Son, además, una clara señal, una llamada de atención, que nos advierte que debemos intentar comprender los mensajes que nos envía la psiquis y que no sabemos percibir con claridad. Buscar ayuda es el primer paso que debe dar cualquier persona que tenga problemas y sueñe con un médico de esta clase.

En algunas ocasiones, si somos nosotros mismos quienes nos vemos en el papel de especialista, significa que estamos seguros de nuestras facultades, nuestras decisiones y nuestro talento para guiar a los demás.

Las personas que se psicoanalizan o que se psicoanalizaron en el pasado suelen soñar con la transformación física de su psicoanalista, y por lo general esta transformación muestra al profesional canoso, con aspecto de anciano sabio, a veces incluso con rasgos semejantes a los del padre o el abuelo del paciente. Lo que este sueño simboliza es el afecto infantil, de absoluta confianza y entrega, que la persona experimenta por el profesional, afecto desde todo punto de vista muy positivo.

En cambio, si alguien sueña que su psicoanalista es un niño, suele denotar falta de fe en la capacidad del médico. De ser así conviene dialogar en la vida real con el psicoanalista, para revisar entre ambos la relación.

DIVÁN

Estar recostados en un diván muestra que estamos viviendo un momento de incertidumbre ante dificultades que no podemos superar solos, por lo que existe una tendencia a disfrazar nuestra tristeza e impotencia.

Si nos vemos sobre un diván a la intemperie, indica que aquello que nos hace sufrir no es más que una molestia pasajera que pronto se superará.

En este caso, la aparición de este elemento nos está hablando del apoyo que tendremos en situaciones límites y de la base sólida sobre la que construiremos los futuros planes de nuestras vidas.

LA CONSULTA

En general, las salas de consulta están estrechamente vinculadas con la necesidad o con la intención de hallar a alguien con quien poder hablar de nuestros sentimientos y penas. Al ingresar, en sueños, en la consulta de un médico estamos demostrando el deseo de hallar rápidamente un alivio emocional.

Es importante recordar el tipo de ambiente que se respiraba en el sueño. Si era agradable, simboliza la aspiración y los deseos de alcanzar el bienestar. Si es opresivo, muestra las angustias de un pasado cargado de temores y frustraciones. Si carece de puertas y ventanas, señalará la actual incomunicación y la falta de voluntad.

EL LLANTO

Llorar en las sesiones psicológicas es algo común tanto en la vida real como en la onírica. En esta última, marca los deseos intensos de liberación de los malos que nos aquejan. Por eso es que puede interpretarse como un presagio de alegría inesperada.

Llorar en silencio nos promete un feliz acontecimiento. En cambio,  si las lágrimas al cesar dejan la sensación de cansancio revelarán el final de un antiguo problema o de una gran pena que nos acongojaba.

CONFESIONARIO

Comúnmente los consultorios médicos y los del psicoanalista se asocian en el inconsciente con un confesionario, pues allí las personas hablan de aquello que les crea miedo o culpa.

Quien sueña que está en un sitio confuso, mezcla de consulta y confesionario, suele atravesar un período de aguda angustia espiritual y estar buscando paz y alivio. Puede revelar, además, un intenso deseo sexual que genera vergüenza y tal vez la intención de engañar a la pareja o de vivir un amor prohibido.

BATAS BLANCAS

Las batas blancas representan tanto las obligaciones de la vida cotidiana como la protección de una existencia ordenada, tranquila y reglamentada. Tanto los  médicos como los profesores, en muchos casos, usan batas blancas, es decir, que esta vestimenta se vincula con la autoridad, con la sabiduría y con la ayuda y protección que se brinda a los más débiles.

Soñar que estamos frente a una persona vestida con una bata blanca simboliza nuestra infinita necesidad de comprensión, guía y cariño. Augura incertidumbre material así como disgustos amorosos, pero también anticipa que el individuo logrará superar todas las dificultades.

Si somos nosotros, en cambio, quienes llevamos esta vestimenta – siempre que no nos veamos como niños con edad escolar- , es un seguro anticipo de triunfos sociales o de un cambio laboral positivo e inminente.

info google y Salvador Suárez