¿QUÉ SON LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS?
Se llama terapia “alternativa” o “complementaria” a los tratamientos que no “encajan” en la práctica estándar de la medicina occidental. Éstas pueden ser:
- Prácticas de curación tradicionales como la Ayurveda, acupuntura china y práctica de los nativos indígenas americanos.
Ayurveda, la “ciencia de la vida”, es uno de los sistemas curativos más comprensibles del mundo, tratando solidariamente el cuerpo, mente y espíritu. Está relacionado con una visión yógica profunda de la vida y la conciencia. Dada esta antigüedad podemos decir que es un sistema original, del cual los sistemas médicos modernos se han derivado o desviado.
- Terapias físicas como la quiropráctica, masajes y yoga.
La quiropráctica es la profesión sanitaria que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de desórdenes del sistema músculo-esqueletal, y los efectos de estos desórdenes sobre el sistema nervioso y la salud general, con énfasis en el tratamiento manual, incluida la manipulación.
El yoga se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo.
- Homeopatía.
Se caracteriza por el empleo de preparados altamente diluidos que pretenden crear los mismos síntomas que sufre el paciente. Propone una aproximación holística a la salud a partir de los siguientes principios: la integración del individuo con la naturaleza, el equilibrio individual, la existencia de un «dinamismo vital» que regeneraría de forma natural los daños causados por las enfermedades, la individualidad del organismo de cada persona (que exigiría por tanto un tratamiento individualizado), y la dilución extrema.
- Hierbas o flores.
- Trabajo de energía como la terapia de polaridad o Reiki.
Reiki es una palabra japonesa (se ha establecido que REI significa universal y hace referencia al alcance y la naturaleza de esta práctica, y KI significa energía, de modo que la palabra Reiki se puede entender como la energía vital universal. Es una práctica considerada terapia alternativa, con el reconocimiento de la OMS, Organización Mundial de la Salud, desde el año 2000, se trata de lograr la sanación o equilibrio, a través de la imposición de las manos del practicante en su objetivo, con el fin de canalizar dicha energía universal.
- Técnicas de relajación como meditación y visualización.
Muchos doctores no están de acuerdo con las terapias alternativas. Creen que no se han hecho suficientes estudios sobre ellas y piensan que los pacientes responden mejor a las medicinas occidentales.
Otros prefieren combinar terapias alternativas junto con la medicina occidental. Creen que los tratamientos alternativos reducen el estrés, alivian efectos secundarios de antivirales o brindan otros beneficios.
¿QUÉ RIESGOS TIENEN?
Las terapias alternativas pueden producir efectos secundarios. Las expresiones “natural” o “no es un medicamento” no garantizan que estén libres de riesgo. La Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA) no aprueba suplementos ni vigila su contenido o seguridad.
¿POR QUÉ NO SE HACEN MÁS ESTUDIOS SOBRE TERAPIAS ALTERNATIVAS?
La mayoría de los estudios son para una enfermedad o condición específica y son posibles cuando cada paciente obtiene exactamente el mismo tratamiento, lo cual puede no ser así en las terapias alternativas.
Algunos tratamientos alternativos tratan a la persona en su totalidad, no a una enfermedad. Pueden restaurar la armonía, el balance o el flujo normal de energía. Los acupunturistas por ejemplo, utilizan el pulso para determinar si la energía de su cuerpo está balanceada. La acupuntura se basa en la energía individual de cada persona y no en su VIH, por ejemplo y puede resultar benéfico a pesar de que no están diseñados para combatir la enfermedad específica.
Tratamiento estándar: muy pocos tratamientos alternativos están estandarizados. Las diferentes marcas de hierbas pueden tener distintas cantidades de los ingredientes activos. La acupuntura, quiropráctica y otras terapias no son estándar, se ajustan a cada paciente. Hacer investigaciones es muy difícil cuando los tratamientos no están estandarizados.
Tratamientos libres de riesgo: la FDA debe confirmar que un medicamento es seguro antes de averiguar si funciona. Incluso si un medicamento ha sido estudiado por años sin que se hayan descubierto problemas, la FDA requiere estudios científicos para demostrar que no hay peligro en usarlos.
Costos del estudio: los estudios científicos son muy caros. Los fabricantes de tratamientos alternativos no pueden solventar estudios científicos. El gobierno prefiere cubrir los costos de estudios de medicamentos occidentales porque aparentan ser más efectivos. Las patentes permiten que los fabricantes obtengan grandes ganancias. Por otro lado, la mayoría de los tratamientos alternativos no pueden ser patentados.
A pesar de todo, algunas terapias alternativas han sido cuidadosamente estudiadas. Generalmente, este tipo de investigaciones se ha hecho fuera de los Estados Unidos y quizá la FDA no los considere confiables. Las hojas informativas sobre cada tratamiento alternativo mencionan si se han hecho estudios sobre los mismos.
Info google y Salvador Suárez