Lakshmi, diosa de las riquezas y prosperidad.

lakshmiLakshmi es la diosa de la riqueza y la prosperidad, tanto material como espiritual. La palabra «Lakshmi» se deriva de la palabra sánscrita Laksme, que significa «meta». Lakshmi, por lo tanto, representa la meta de la vida, que incluye la prosperidad material y espiritual.

En la mitología hindú, la diosa Lakshmi, también llamada Shri, es el esposo divino de Señor Vishnu y le proporciona riqueza para el mantenimiento y la preservación.

Rasgos de la diosa Lakshmi:

En sus imágenes y fotografías, Lakshmi se representa en una forma femenina con cuatro brazos y cuatro manos. Lleva ropa de color rojo con forro dorado y está de pie sobre un loto. Ella tiene monedas de oro y flores de loto en sus manos.
Es descrita como una bella mujer india de grandes ojos oscuros, piel dorada y cuatro brazos. Vestida con Sari rojo bordado en oro. El rojo simboliza la Actividad y el oro indica Prosperidad. Aparece sentada o de pie en su trono de loto rosa, que representa la belleza, la pureza y la fertilidad. Lleva dos flores de loto bendiciendo a sus devotos, representando la evolución espiritual y la armonía en la vida. Sus brazos delanteros suelen ofrecer una bendición de protección. Su capacidad de mejorar nuestra suerte en la vida está simbolizada por las cascadas de monedas de oro que brotan de sus manos.

Lakshmi, diosa encarnada entre piedras preciosas:

Lakshmi es una diosa que trae todas las cosas buenas a la luz y la vida, conduciendo riquezas materiales y espirituales en nuestro camino.

Su mito de creación es uno de lo más coloridos de todas las deidades hindúes. Se dice que nació, totalmente crecida, sobre un loto rosa que se elevaba desde el mar. De inmediato se le cubrió con piedras preciosas y fue adorada por dioses y sabios. Ellos querían que fueran a sus mundos y a sus casas, porque creían que allí donde se encontrara Lakshmi también se encontrarían la riqueza y la realización, por eso se le ofrece Deepa, para ayudarla a encontrar el camino a su morada.

Detallamos su nacimiento como deidad:

En un principio la diosa Lakshmi se llamaba Shri y era una manifestación de Devi-sakti, el principio sexual que, gracias a sus esfuerzos, generó el universo. Lakshmi es la representación de la fémina universal que permaneció sobre una flor de loto durante la creación. Se unió a los dioses después de que el océano primordial se agitara para conseguir el elixir que apartaría el mal del mundo. Se elevó en medio de la espuma, los ríos cambiaron de curso para fluir hacia ella y los elefantes celestiales recogieron las olas para asearla.

Al surgir hermosísima de las aguas oceánicas se la compara con Afrodita. Hoy en día se la adora más como Mata-Lakshmi, que cuida y protege, a la vez que atiende los llamados de sus devotos.
Tres mil años después sigue siendo el símbolo de la suerte, es la deidad femenina más adorada y amada. De acuerdo a la filosofía hindú, para que un decreto, petición o manifestación funcione requiere de 3 elementos:

Se cree que quien presta atención a la Diosa de la Buena Fortuna diariamente desarrolla un canal de comunicación con ella. También puede ser visto, simplemente que centrando su atención en su energía se está eligiendo como crear en su vida.

Mantra de Lakshmi:

«Si desean evocar su energía de la Buena Fortuna, pueden prender una vela verde en su honor (con fósforos de madera) también deben encenderle un incienso ofreciéndoselo a ella y dándole las gracias para que nunca les falte salud, dinero y demás. Pensar que es para ustedes la buena suerte. Puede ser una sensación de paz y bienestar, o tal vez tienen un problema financiero que, si se resuelve, les hará sentirse más afortunados. También pueden pedirle el apoyo que necesitan para hacer que sus sueños más sentidos cobren vida.»

“Ofrezco mis reverencias a la Diosa que es la morada de flores de loto, que tiene la flor de loto, cuyos ojos se asemejan a los pétalos de una flor de loto, cuyo rostro es una flor de loto, y que es querido por el Señor, que tiene un ombligo de loto”
«Oh majestuosa, los hombres están dotados con las esposas, hijos, casa, amigos, el grano y la riqueza, debido a tu mirada constante»

Lakshmi existe en una dimensión más allá de nuestras luchas humanas y tristezas, desde donde se sienta en su Sagrado Loto, nos puede guiar hacia una mayor fortuna, tener relaciones de amor más profundas y más alegrías, porque también es considerada como la Gran Madre que nos puede guiar de la Oscuridad a la Luz.
Si permiten que Lakshmi esté presente en su vida, pueden encontrar que se eleven a un estado superior de ser y vivir. Y en ese estado es donde se empieza a ver que se puede crear cualquier cosa.

Cuando la piel es de color rosa, Ella es la Madre Divina. Cuando Su piel es de oro, Ella es la Shakti universal y cuando su piel es de color blanco, Ella es la Madre Tierra. Como el de la Consorte de Señor Vishnu (Narayana), que es el Dios de la Conservación, Lakshmi Devi es la Diosa de la Belleza y salud. Sri Lakshmi encarna Belleza Sublime, siddhi, la paz, fuerza, equilibrio, Lakshmi porque posee todas estas cualidades buenas y nobles, ella encarna ~ infinito que simboliza la riqueza que las buenas y nobles cualidades son la única riqueza que podemos mantener.

Lakshmi Devi, tesoro espiritual de la iluminación:

Lakshmi Devi es representada siempre sentada o de pie sobre un loto, con monedas de oro que fluye en un interminable flujo de una de sus manos cuando ~ símbolo de la flor de loto de la sabiduría, la riqueza de las buenas y nobles cualidades aparece y las bendiciones de Lakshmi están presentes.

Los yoghis piensan que si no estamos afianzados en la pureza interior no podemos disfrutar del don que Lakshmi representa: el tesoro espiritual de la iluminación. Es por esto que es la divinidad central del Dêpavali o fiesta de la luz, la luz infinita del alma, la luz que disipa la oscuridad de la ignorancia, la luz que aclara el camino hacia la autorrealización, que es la fortuna más grande a la que podemos aspirar, la paz interior.

Encarnación de la belleza, gracia y encanto. Su nombre también se deriva de la palabra sánscrita que significa meta. La meta vital de todo ser, tanto en lo espiritual como en lo material. Los altares dedicados a Lakshmi están cargados de aceite, leche y flores.

Lakshmi en el Visnú-purana, en nacimiento de la fortuna:

En el momento que surgió hacia la tierra, la diosa escogió a Visnú como su compañero eterno, tanto de las generaciones precedentes como de las sucesivas, ya que era el único que podía detener a Maya, la ilusión.

Según los historiadores Lakshmi fue creciendo en importancia hasta alcanzar el rango de diosa principal en la epopeya, cuando se redactó el Mahabharata. [En la época de los textos llamados Puranas] Así, en el Vishnu-Purana leemos que Lakshmi nació como hija del sabio Bhrigu (Fuego crujiente) y de su esposa Khyati (Himnos de alabanza), lo cual significa que la Fortuna nace del sacrificio ritual.

La creación de Lakshmi: [Texto extraído del Visnú-purana, traducido al castellano]
El colérico sabio Durvasas, encarnación parcial de Shiva, maldijo una vez a los devas (dioses) debido a que había dado una guirnalda a Indra, el rey de los devas y éste, en lugar de usarla, se la cedió a su montura, el elefante Airavata.

Por esa razón los asuras (titanes) vencieron a los dioses y los arrojaron de los cielos. Los devas se refugiaron en Brahma, el productor del universo, quien les ordenó que batieran el Océano de Leche y obtuvieran el amrita o néctar de la inmortalidad que les permitiría vencer a los asuras. Luego visitaron a Vishnú, el conservador del universo, quien tomó la forma de una tortuga gigantesca para sostener la montaña Mandara que sería usada como palo de batir.

Acordaron con los asuras batir juntos el Océano de Leche y compartir los dones que surgieran, para lo cual utilizaron a Vasuki, el rey de las serpientes como cuerda.

Gracias al esfuerzo de dioses y titanes aparecieron diversas maravillas: la propia Lakshmi, Dhanvantari (dios de la medicina), Chandra (dios lunar), el árbol Parijata, el caballo Ucchaishshravas, el licor embriagante, el arco de Vishnú, la caracola Pañchajanya, la vaca Kamadhenu, la joya Kaustubha y el amrita o néctar de la inmortalidad. La diosa de la Fortuna colocó una guirnalda sobre los hombros de Vishnú y lo escogió como su esposo.

 

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